Me faltaron las ganas,
quedándome a mitad de tu camino,
dejándote pasar sin hacer nada.
Recogí mis maletas
cargadas por este mal trago,
tan llenas de aliento
y algún que otro desencanto.
Yo no debí llegar el día de antes.
Yo no debí esperar
a que estuvieras tras la puerta
mendigándome caricias
dibujándome una vida de valor.
Yo no debí luchar con tanta rabia
y no debí forzar las ganas que luego tuvimos
porque las mías ya vividas
se rendían al empezar tú a sentir.
Yo ya te estaba dando
más de lo que tocaba vivir.
Te pedí demasido.
Yo ya en la barrera
y tú tranquilo en la calle de atrás.
Y aún así conquistamos tantas cosas juntos
tantos despertares que llegaron agotados al final.
Yo no debí llegar el día antes.
Yo no debí esperar
a que estuvieras tras la puerta
mendigándome caricias,
dibujándome una vida de valor.
Yo no debí luchar con tanta rabia
y no debí forzar las ganas que luego tuvimos
porque las mías ya vividas
se rendían al empezar tú a sentir.
Yo ya te estaba dando
más de lo que tocaba vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario