Esta frase viene rondando mi cabeza varios días, porque no concuerda con lo que a mí me enseñaron de pequeño, siempre lo importante era participar y jugar limpio.
No presumo de ser una buena persona porque no lo soy, casi podría decir que estoy más en el lado menos amable de la humanidad porque he sido capaz de odiar alguna vez, pero bien es cierto que si como he dicho no soy una buena persona, nunca, y lo puedo decir bien alto, he jugado sucio, jamás. Claro que ahora pensando en las cosas que he intentado conseguir y por las que he luchado, no he conseguido nada, absolutamente nada, nunca he ganado pese a haber jugado limpio.
Hace unos meses vivo inmerso en una vida que se me antoja complicada en ocasiones, en otras bonita y en muchas incomprensible. Creo que estoy empezando a ser adulto. Quizá haya tardado demasiado en empezar a serlo, quizá lo fui en una época pasada ya y volví a la juventud y quizás ahora me he hecho mayor de golpe. Peter Pan me abandona...
El tiempo pasa muy deprisa, y he decidido no intentar seguir parándolo, creo que es hora de asumir riesgos, y de intentar ver las cosas desde el prisma de la madurez.
Últimamente no tengo mucha ilusión por nada, me siento bastante solo, fuera de lugar, y aunque siento que me tomo las cosas de otra forma a veces no deja de aflorar la rabia que uno siente cuando cree que la vida es más injusta para unos que para otros... Yo no voy hablar de la crisis, mi vida es una crisis desde los 11 años...
Creo que estoy muy lejos de lo que anhelo, muy lejos de alcanzar mis sueños, muy lejos de sentirme pleno, de hacerme adulto de una forma bonita. No es cuestión de victimizar mi situación, hay cosas más complicadas que desear lo que no puedes tener o lo que no quieren o pueden darte, pero estoy cansado de jugar al guerrero contra el mundo, de empuñar una espada y un escudo para encontrar mi destino cuando en realidad soy un miedoso, cansado de intentar y no conseguir, de desnudar el alma y que de repente se apaguen las luces, de ser un fugitivo con ganas de ser apresado o liberado, de ser un paria...
Una cosa está clara, si que es cierto que se trata de ganar o perder, no de como juegas el juego, yo no hago más que jugar a poner facilidades porque nunca he creído que hacer mal por hacer mal te lleve por el buen camino, pero tampoco consigo nada.
No es cuestión de voluntad, no es algo que se elija... Nunca he sido, ni seré tan egoísta de dar a elegir a nadie, nunca he querido forzar (al menos conscientemente) nada, solo entrego la llave, y despejo la entrada.
Es ganar o perder, no como juegas el juego, en todos los juegos existen estas dos opciones, yo sin embargo juego a uno distinto, a uno en el que sólo tengo una opción... en un juego bonito, pero injusto, es un juego que roza lo absurdo, lo lascivo, lo irónico, lo sentimental y lo verdadero... Es el juego de uno, es mi juego, mi mundo, mi todo, el juego de empezar a ser adulto de querer y no poder, de querer mucho...
Ni un amanecer si quiera...
Es cierto, no es cuestión de voluntad, es ganar o perder no como juegas el juego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario